Las cerámicas de alúmina se clasifican generalmente según su pureza: 85%, 92%, 95%, 96%, 99% y 99,7%. Cuanto mayor sea el contenido de alúmina, mejor será el rendimiento en términos de dureza, resistencia a la temperatura y aislamiento eléctrico. Sin embargo, los grados superiores también son más frágiles y costosos.

Para piezas estructurales en maquinaria o revestimientos resistentes al desgaste, el 92% o el 95% de alúmina pueden ser suficientes. Para aplicaciones de semiconductores o médicas, el 99% y superiores son más apropiados. Ofrecemos consultoría experta para ayudar a los compradores B2B a seleccionar el grado adecuado en función de su aplicación objetivo y las condiciones del mercado.